En la insuficiencia hepática causada por hepatitis y otros virus, el tratamiento se realiza con medicamentos antivirales. El tratamiento de la insuficiencia hepática también incluye medidas para disminuir el riesgo de empeorar la lesión en el hígado y la encefalopatía.
Por eso es muy importante controlar las hemorragias, los bajos niveles de oxígeno en la sangre, entre otras alteraciones metabólicas y fisiológicas.
Sin embargo, el tratamiento de la insuficiencia hepática depende de su causa y es multidisciplinario, ya que la insuficiencia hepática no se limita sólo al hígado, sino también a otros órganos y sistemas.
Trasplante de hígado
El trasplante de hígado es la única forma de salvar la vida de personas con insuficiencia hepática con riesgo inminente de ir a la muerte. Cuando la insuficiencia hepática no es causada por el uso de acetaminofeno (paracetamol), los criterios para decidir el momento del trasplante hepático deben ser al menos 3 de los siguientes:
Edad inferior a 10 años o mayor que 40 años;
Hepatitis no A y E;
Reacción inesperada a medicamentos;
Ictericia presente desde hace más de una semana antes de la encefalopatía;
Bilirrubina total por encima de 18mg / dl.
En las enfermedades metabólicas y en la enfermedad de Wilson, el trasplante de hígado es capaz de curar definitivamente la insuficiencia hepática.
El trasplante de hígado es contraindicado en casos de infecciones que están activas y sin control, edema cerebral sin posibilidades de ser revertido, trombosis venosas que impidan la cirugía, quiebra múltiple de órganos y edad muy avanzada.
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